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martes, 29 de noviembre de 2016

Un avión con el equipo Chapecoense de Brasil se estrella en Colombia


Un avión chárter con 81 pasajeros, incluyendo a los miembros de un equipo de fútbol brasileño, se estrelló en la noche del lunes a las afueras de Medellín, y según las autoridades casi todos los pasajeros murieron.
La Aeronáutica Civil de Colombia anunció que seis personas habían sobrevivido: tres futbolistas, dos miembros del equipo técnico y un periodista que viajaba con ellos.
El vuelo era operado por una aerolínea pequeña, LaMia, y en él volaban los miembros del Chapecoense de Brasil, según la Aeronáutica Civil. El equipo viajaba desde Bolivia para jugar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional de Medellín, pero el avión se accidentó cerca de las 22:00 del lunes.
El avión llevaba a bordo a 72 pasajeros y nueve miembros de la tripulación, según un comunicado emitido por el aeropuerto de Medellín. Los esfuerzos de rescate se complicaron por poca visibilidad y dificultades de acceso al sitio del accidente.

Según algunos medios colombianos, al menos uno de los sobrevivientes era miembro del equipo de fútbol y había sido trasladado a un hospital cercano, donde estaba consciente y podía hablar.inue reading the main story

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Según las autoridades, el avión reportó problemas eléctricos mientras volaba sobre La Ceja y La Unión, dos pueblos entre las montañas que rodean Medellín.
Al menos 21 periodistas también murieron en el accidente.
En un mensaje en televisión, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que el accidente era “una tragedia que nos enluta en toda la región”. Agregó que de los seis sobrevivientes, dos están graves y que ya había hablado con el presidente brasileño Michel Temer, quien ofreció la ayuda que fuera necesaria.
La estación de radio colombiana Blu transmitió una entrevista con Alfredo Bocanegra, el director de Aeronáutica Civil de Colombia, en la que dijo que el avión había notificado de una emergencia conforme se acercaba a Medellín. La nave tenía prioridad para aterrizar hasta que los controladores aéreos perdieron contacto.
Los jugadores del Chapecoense estaban volando a Medellín para el primero de dos encuentros de la final de la Copa Sudamericana, un campeonato entre clubes de fútbol de la región. El partido contra el Atlético Nacional colombiano estaba programado para el miércoles. Chapecoense venció en semifinales al San Lorenzo —el club argentino que apoya el papa Francisco—, así como al Atlético Junior de Colombia y el Independiente de Argentina.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció que suspendió la Copa Sudamericana y que su presidente, Alejandro Domínguez, se dirigía a Medellín. Por su parte, el Atlético Nacional solicitó a la Conmebol que el título de la Sudamericana fuera entregado al Chapecoense como homenaje póstumo.
Chapecoense se fundó en 1973 y regresó a la principal liga de fútbol de Brasil en 2014 después de 35 años de ausencia. La final contra el Atlético Nacional en la Copa Sudamericana se ha descrito como uno de los mayores logros en la historia del equipo. Su ascenso desde la cuarta división —en la que jugaba apenas en 2009— era como de cuento de hadas.
El accidente representa un final trágico para una de las mejores historias de éxito del fútbol brasileño. En una liga plagada por escándalos, malos manejos y frustración por la derrota de la Selección de Brasil ante Alemania en el mundial de 2014, el Chapecoense había logrado alcanzar el éxito, tanto en el campo como en su estabilidad económica. Su pase a la final de la Copa Sudamericana lo ponía como el primer equipo brasileño que podía obtener ese trofeo desde 2013.



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